¿Vemos la realidad tal y como es?

Normalmente pensamos que todo lo que experimentamos con los sentidos es una representación exacta y objetiva del mundo real. No dudamos de lo que vemos, oímos, tocamos… Pero lo que nos dicen nuestros sentidos: ¿Es la realidad? Entonces… ¿cómo explicamos los trucos de magia o las ilusiones perceptivas?
Cuando tenemos una ilusión óptica, quedamos sorprendidos. Las ilusiones ópticas nos evidencian que nuestros ojos no son unas cámaras de vídeo que graban fielmente todo lo que sucede si no que el cerebro interpreta y reelabora la información que nos suministran los sentidos.
Lo que percibo no es el mundo sino una aproximación de nuestro cerebro a lo que es el mundo. Es como una simulación interna de la realidad exterior.
En el caso de la ilusión óptica del tablero de ajedrez de Adelson (científico del MIT-Massachusetts Institute Technology- especializado en los mecanismos de la visión) vemos como el recuadro A y B son diferentes. A lo vemos negro y B lo vemos blanco.
Pero si unimos la casilla A con la B nos damos cuenta de que son del mismo color.
Ésta ilusión visual nos demuestra cómo funciona nuestro sistema visual: no es un fotómetro que mide la cantidad de luz de un objeto para determinar su color. Esto no sería suficiente porqué las sombras proyectadas pueden atenuar la luz de una superficie blanca y reflejar menos luz que una negra a plena luz. Entonces, el cerebro, para no dejarse engañar por la sombra utiliza truco. El primero es el contraste: Haya o no sombra, un cuadrado blanco está rodeado siempre de cuadrados negros. Por lo tanto, el cuadrado rodeado de negros, lo considerará más claro que sus vecinos. El cerebro también interpreta los límites entre cuadrados como cambio de coloración. Así pués, el cerebro corrije la información visual para ofrecernos una versión coherente de la realidad.
Eduard Punset dice: «Para nuestro cerebro es más importante contarnos una historia consistente que contarnos una historia verdadera. El mundo real es menos importante que el mundo que necesitamos».
Por tanto: ¿Qué es la realidad?¿ Puedo estar “mal interpretando” la naturaleza de mis percepciones?… ya tenemos errores históricos:
- Pensábamos que la Tierra era plana (porque la veíamos así) y fue Pitágoras quien nos lo desmintió.
- Pensábamos que el Universo giraba sobre una Tierra que era el centro inmóvil (porque también lo veíamos así). Y gracias a Copérnico y Galileo pudimos entender el error.
Creemos que la percepción es como una ventana abierta a la realidad tal como es. Entendemos que el espacio-tiempo y los objetos corresponden a la realidad, pero… ¿podemos, una vez más, estar equivocados?
Donald Hoffman es un psicólogo cognitivo que se ha interesado en cómo construimos la realidad visual y que ha propuesto la “Teoría de la interfase de la percepción”.
Casi la mitad del córtex está destinada a la visión: cada vez que abrimos los ojos se activan millones de neuronas y billones de sinapsis. Esto no cuadra con la idea generalizada de que mirar hacia fuera es como hacer una foto o un vídeo. La teoría de la cámara no necesita tantos millones de neuronas. Hoffman dice que la visión es un proceso constructivo. Los 120 millones de foto receptores que posee cada ojo se dedican a construir los colores, las formas y las profundidades de aquello que vemos fuera.
Pero toda esta información tiene un coste. Un coste de tiempo y energía. I para que ésta factura no sea elevada, la selección natural presiona a la percepción para que busque atajos y represente la realidad de la manera más económica posible.
La Teoría de la interfase parte de la idea de que la percepción sirve para guiar una conducta adaptativa al medio y que lo hace de la manera más simple y rápida.
Hoffman utiliza la metáfora del ordenador: Tenemos en el escritorio de la pantalla, una carpeta azul, rectangular y situada en el ángulo inferior izquierdo de la pantalla donde hay archivos, textos, fotos,… Este icono propio del sistema operativo del ordenador, esconde una realidad. Que la carpeta sea como hemos descrito, ¿quiere decir que los textos sean azules, rectangulares y estén situados abajo y a la izquierda del escritorio?. Evidentemente no. La carpeta es una interfase para podernos relacionar de una manera fácil con el ordenador.La carpeta existe para esconder la realidad del ordenador. No es ni el texto , ni tampoco los diodos, condensadores etc… del ordenador. Nosotros no queremos llegar a conocer los componentes del ordenador, ni el software del ordenador. Si tuviésemos que hacerlo, jamas escribiríamos un texto o guardaríamos una foto. La naturaleza nos ha dado una interfase que esconde la realidad y que nos sirve muy bien para gestionar nuestra conducta adaptativa al medio.
El espacio y el tiempo, dice Hoffman, es como un escritorio tridimensional y los objetos serian los iconos de ese escritorio. La naturaleza nos ha dado símbolos perceptivos que están diseñados para mantenernos vivos. No es que lo que vea no existe: si veo una serpiente, no la tocaré. Justamente me representará rápidamente un peligro para mi supervivencia.
Una de las evidencias que podría plantear una duda sobre esta teoría es que si delante tenemos una silla, todos la veremos y coincidiremos en la forma, color, medidas, peso,…Por tanto, si todos coincidimos podemos pensar que la silla es la realidad objetiva. Hoffman responde diciendo que todos estamos viendo el icono, el mismo icono, porque todos los humanos compartimos el mismo sistema operativo.
Nuestro cerebro “ reconstruye”, “ sintetiza” lo que le llega. Así pues, todo lo que vivimos, todo lo que percibimos por los sentidos, no es la realidad exacta. Esta afirmación ya se ha justificado desde el punto de vista de la biología y de la evolución. Pero, además, tenemos los filtros interpretativos de lo que percibimos, que son las creencias y el marco cultural y educacional en el que hemos vivido desde pequeños.
Desde la infancia vamos siendo conscientes del mundo y de uno mismo y lo hacemos añadiendo capas sucesivas de protección. Aprendemos a reconocernos, nos formamos una imagen propia. Esta construcción tiene partes de nuestra realidad, pero estas partes están fabricadas con pensamientos, creencias y sistemas de valores que pertenecen a la familia, a la sociedad en la que hemos nacido. Y adoptamos estas creencias para ser fieles al clan y ser aceptados y reconocidos. Sentirnos bien es sentirnos amados i por eso nos construimos de esta manera.
No nos damos cuenta de que siempre interpretamos lo que percibimos. Nos explicamos una historia sobre lo que soy y sobre lo que es el mundo, y lo hacemos con los filtros que hemos adoptado.
Por tanto, podríamos decir que somos nosotros los que “ construimos” doblemente la realidad: una sensorialmente y otra psicológicamente. Y que quizas en lugar de afirmar : “ Si no lo veo no lo creo “ tendríamos que afirmar : “ Si no lo creo, no lo veo “.