BIENVENIDO A CENTRE COS

El  cuerpo nos habla. Lo que sucede es que no sabemos escucharlo y entonces chilla…y ¡nos duele!

Es un organismo maravilloso que tiene memoria y capacidad de adaptación. Se adapta a todas las agresiones físicas y emocionales hasta no poder más. Es entonces cuando aparece el síntoma, que es como  la  luz de alarma que nos avisa   que tenemos que parar y poner remedio a la situación.

La curación no está en que el síntoma desaparezca, esto lo podemos conseguir provisionalmente con fármacos (necesarios pero no suficientes muchas veces). La curación emerge  cuando   el cuerpo  recupera su  capacidad de adaptación , y esto es lo que busca  la osteopatía: ajustar el cuerpo para que sea él mismo quien  gestione mejor la lesión.

Casi siempre el dolor, el síntoma, es el final de una cadena adaptativa de compensaciones, y la osteopatía tiene que trabajar sobre todo con las “relaciones”. Las relaciones entre diferentes segmentos del cuerpo, entre vísceras y vértebras, entre postural global y zona local perturbada, entre emociones vividas y somatizaciones corporales,…Es cuando osteópata y  paciente toman conciencia de estas relaciones y cuando la mano del osteópata acompaña al cuerpo en su camino de retorno al equilibrio, que la luz de alarma se apaga.